TIPOS DE TRATAMIENTO 

  1. Quimioterapia: Utilización de medicamentos (quimioterápicos) para destruir las células cancerosas. La quimioterapia puede administrarse por vía oral, intravenosa, intramuscular o subcutánea.

  2. Radioterapia: Uso de radiación de alta energía para destruir las células cancerosas o detener su crecimiento. La radioterapia se administra de manera localizada en el área afectada por el cáncer.

  3. Cirugía: Extirpación quirúrgica del tumor o de parte del tejido afectado por el cáncer. La cirugía puede ser utilizada para el diagnóstico, la eliminación del tumor primario, la extirpación de ganglios linfáticos afectados o la reducción del tamaño del tumor para facilitar otros tratamientos.

  4. Terapia dirigida: Uso de medicamentos específicos que atacan las células cancerosas en función de sus características genéticas o moleculares. Estos medicamentos suelen tener menos efectos secundarios que la quimioterapia tradicional y pueden ser más efectivos en ciertos tipos de cáncer.

  5. Inmunoterapia: Estimulación del sistema inmunológico del paciente para que reconozca y ataque las células cancerosas. La inmunoterapia puede incluir el uso de anticuerpos monoclonales, células T modificadas genéticamente u otras terapias que activan la respuesta inmune del cuerpo contra el cáncer.

  6. Terapias complementarias y cuidados de apoyo: Además de los tratamientos específicos contra el cáncer, las clínicas infantiles oncológicas también pueden ofrecer terapias complementarias, como acupuntura, masaje terapéutico, terapia artística y música, para ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

7. Transplante de células madre : Los trasplantes de células madre son un tipo de tratamiento que no actúa directamente contra el cáncer, sino que ayudan al paciente a recuperar su capacidad de generar las células madre después de una terapia por quimioterapia o radioterapia.


PRUEBAS DIAGNOSTICAS 

Exámenes físicos: Los médicos pueden realizar exámenes físicos para buscar signos de cáncer, como bultos o cambios en la piel.

Análisis de sangre: Algunos tipos de cáncer pueden causar cambios en la sangre que pueden ser detectados mediante análisis de sangre, como el conteo de glóbulos blancos o la presencia de marcadores tumorales.

Biopsia: Se toma una muestra de tejido del área sospechosa y se examina bajo un microscopio para buscar células cancerosas.

Imagenología: Estas pruebas crean imágenes del interior del cuerpo y pueden ayudar a los médicos a visualizar tumores u otros cambios en los órganos. Algunos ejemplos incluyen:

  • Radiografías

  • Tomografía computarizada (TC)

  • Resonancia magnética (RM)

  • Ecografía

  • Tomografía por emisión de positrones (PET)

Endoscopia: Se utiliza un tubo delgado y flexible con una cámara en el extremo para examinar el interior de ciertos órganos, como el colon o el estómago, en busca de signos de cáncer.

Colonoscopia: Específicamente para el cáncer colorrectal, esta prueba permite a los médicos examinar el interior del colon en busca de pólipos o tumores.

Mamografía: Una radiografía de las mamas utilizada para detectar el cáncer de mama en una etapa temprana.

Citología: Esta prueba implica tomar células de una parte del cuerpo y examinarlas bajo un microscopio para detectar cambios precancerosos o cancerosos.

Biopsia líquida: Una técnica más reciente que implica el análisis de muestras de sangre para detectar ADN, ARN o proteínas liberadas por células cancerosas en el cuerpo.

Pruebas genéticas: Estas pruebas buscan cambios en los genes que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer, como las pruebas de BRCA1 y BRCA2 para el cáncer de mama y ovario.

Pruebas de imagen molecular: Estas pruebas utilizan moléculas específicas marcadas con sustancias radioactivas para detectar áreas anormales en el cuerpo. Un ejemplo común es la gammagrafía ósea, que puede detectar metástasis óseas.

Biopsia por aspiración con aguja fina (BAAF): Se utiliza una aguja delgada para tomar una muestra de células o líquido de un tumor o área sospechosa, que luego se examina bajo un microscopio.

Biopsia por punción con aguja gruesa (BAG): Similar a la BAAF, pero con una aguja más gruesa que puede tomar muestras de tejido más grandes para un análisis más detallado.

Laparoscopia: Se introduce una pequeña cámara a través de una incisión en la pared abdominal para examinar los órganos internos en busca de signos de cáncer, especialmente en el abdomen y la pelvis.

Biopsia quirúrgica: Se extirpa quirúrgicamente una muestra de tejido para su análisis. Esto puede ser necesario cuando otras pruebas no pueden proporcionar una muestra adecuada o cuando se necesita una evaluación más detallada del tejido.

Resonancia magnética nuclear (RMN) funcional: Esta técnica de imagenología especializada puede proporcionar información sobre cómo funciona el tejido en lugar de solo su estructura, lo que puede ayudar en la detección y caracterización del cáncer.

Tomografía por emisión de positrones (PET-TC): Esta prueba combina una tomografía computarizada con una tomografía por emisión de positrones para proporcionar imágenes detalladas del metabolismo celular, lo que puede ayudar a detectar cánceres y evaluar su propagación en el cuerpo.

Pruebas de función hepática: Estas pruebas miden la cantidad de ciertas enzimas y proteínas en la sangre que pueden indicar problemas en el hígado, como metástasis hepáticas.

Prueba de inmunohistoquímica: Se utiliza para identificar proteínas específicas en muestras de tejido, lo que puede ayudar a determinar el tipo de cáncer y su respuesta a ciertos tratamientos.



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